Todos al iniciar el año queremos hacer el cambio de nuestras vidas, por lo que nos proponemos varias metas, que posiblemente sean las mismas año tras año (ir al gym, bajar de peso, viajar, etc.) pero ¿cuántas veces lo has cumplido? A veces parece que es algo que solo otras personas con súper poderes pueden hacer.
De acuerdo con estadísticas de la Universidad de Scranton, después de la primera semana de enero el 77% de las personas ya renunció a sus propósitos de año nuevo, por lo que si estás leyendo esto es muy probable que seas de esas personas que lo intentaron y no lo lograron. Lo más triste es que solo el 8% de las personas son las que si llegan a cumplir sus metas.
Pero ¿cómo es que esos fenómenos otros lo logran? Como todo en la vida, para hacerlo más fácil debemos ir por partes. Primero analicemos los propósitos más comunes:
Hacer ejercicio
Hacer dieta
Viajar
Ahorrar
Dejar de fumar/beber alcohol
Fuera de viajar, los demás propósitos son hábitos y si alguna vez has intentado cambiar uno, sabrás lo difícil que es. Un ejemplo de esto es cuando intentas dejar de fumar, o tal vez has visto a un amigo que lleva años diciendo eso y sigue sin cambiar. Esta es la primera razón por la cual no alcanzas tus objetivos, tu meta es demasiado alta o irreal. La segunda razón, es que no tienes un plan para llevarlo a cabo. Finalmente te dejas vencer al primer fracaso, ese día que no respetaste la dieta lo agarraste de excusa para seguir rompiéndola los demás días.
Vamos a analizar cada paso, para que puedas cumplir o retomar tus propósitos, nunca es tarde para triunfar.
Metas demasiado altas o irreales
A veces pensamos nuestros objetivos y nos planteamos varios propósitos, y queremos cumplir todos a la perfección, es decir, queremos cambiar drásticamente de la noche a la mañana. Aquí va una lista de ejemplos de propósitos típicos que están destinados a fracasar por ser demasiado grandes:
Este año voy a bajar 20 kilos.
Voy a ir al gimnasio toda la semana.
Ya nunca más voy a tocar un cigarro.
Se acabaron los dulces, este año voy a comer pura ensalada.
Ahora si ahorraré el 20% de mi sueldo.
Tal vez leas esto y digas “yo me propuse todos esos”. Intentar cumplir todos a la perfección, es demasiado complicado, más no imposible. Para lograrlo hay que usar la filosofía del malabarista, no empiezas con 6 pelotas, sino con 1 y luego vas sumándole las demás, es decir, hay que descomponer una tarea complicada en muchas tareas pequeñas más fáciles de realizar.
Por ejemplo, en lugar de ir al gym toda la semana, mejor ve 2 días; en lugar de ahorrar 3 mil pesos al mes, ahorra $50 pesos a la semana; en lugar de dejar de fumar los N cigarrillos que te echas al día, fuma 1 menos (conforme pasa el tiempo podrás bajarlo más). El punto es hacer la meta más chica, el cambio más pequeño que te sería imposible fallar; para posteriormente ir incrementando hasta alcanzar el objetivo deseado.
La falta de un plan
Algo importante que facilita este proceso es la motivación a través de la auto-recompensa, es decir, premiarte por cumplir tu meta semanal.
Esta fase se trata de consentirte con algo que te guste, comida, actividades, etc. Por ejemplo, si logras tu meta de fumar un cigarro menos al día puedes ver 1 capítulo de tu serie favorita, o si logras ir al gym los 2 días propuestos te puedes regalar una hora de videojuegos.
Por otra parte es importante que sí tienes más de un propósito, los vayas cumpliendo uno por uno. Como dije antes, es más fácil aprender a hacer malabares si vas empezando solo con una pelota y poco a poco agregar las demás. Siéntate, y escribe tu plan ¿Qué días lo llevarás a cabo? ¿Cuál sería ese cambio más pequeño que si puedes cumplir? ¿Cuándo lo cumplas cual sería el siguiente cambio más pequeño a lograr?
No dejarse vencer ante el primer fracaso
“Ser perfecto no solo es imposible, es aburrido”
Cuando nos planteamos nuestras metas queremos nunca fallar, queremos ser perfectos; pero cuando nos damos cuenta de que no somos tan perfectos como nos imaginamos, nos decepcionamos y dejamos a un lado nuestros sueños. Vemos el fracaso como algo malo, pero el fracaso es la vida enseñándonos una lección para ser mejores.
Pregúntales a tus amigos que hacen dieta o ejercicio, si cuando empezaron nunca fracasaron, ¿cuántas veces la regaron?, ¿cómo fue?, etc. Verás que nadie logro ser perfecto, que tuvieron muchas fallas y que eso les permitió llegar a donde están. Permítete fracasar y más importante permítete aprender de ello, no dejes que el remordimiento o la culpa te venzan.
Nunca es tarde para retomar nuestras metas, Psi Quiero Puedo puede ser esa herramienta que necesitas para alcanzar tus objetivos, recuerda que tu primera sesión es gratis, da click aquí.
Comments